viernes, 10 de abril de 2015

Destripando medicamentos: el Ibuprofeno

El ibuprofeno es una medicina recurrente en los hogares. Se utiliza para bajar la fiebre, dolor de cabeza, dolor muscular y un sinfín de cosas más. Pero... ¿Cómo nos cura?
(Fuente: Wikipedia)

Para resolver esta cuestión debemos definir químicamente al ibuprofeno. El Ibuprofeno forma parte de los denominados Antiinflamatorios No Esteroideos o AINEs que, a diferencia de los que sí son derivados de los esteroides (un tipo de lípidos), se sintetizan a partir de una molécula artificial, lo que disminuye la posibilidad de que nuestro organismo lo acumule y posibles efectos secundarios.

Todos los AINEs llevan a cabo sus efectos mediante la inhibición de una enzima llamada Ciclooxigenasa (COX), que como su nombre indica, una de sus funciones es añadir moléculas de oxígeno a otros compuestos. Esta enzima tiene dos variantes o isoformas, es decir, a partir de un solo gen la célula puede generar dos proteínas que, aunque químicamente son muy similares, actúan en situaciones distintas:
  • COX1 no está relacionado con inflamación, sino que regula la proliferación de las células y se expresa en todos los tejidos del cuerpo en situaciones normales. 
  • COX2 sólo se expresa cuando hay inflamación y únicamente en esa zona. 
Las características de estas enzimas dan pistas de por qué los AINEs que actúen sobre ambas isoformas provocan efectos secundarios más graves (como el caso de la Aspirina) que si sólo inhiben a COX2.

Aquí tenéis una representación de la estructura de COX 2. Si os fijáis, veréis dos moléculas que representan el modo de unión de los inhibidores de esta enzima (como el ibuprofeno). Imagen extraída de Wikipedia.
¿Pero por qué bloquear una enzima que añade oxígenos frena la inflamación? Para contestar esto tenemos que entender de manera superficial el proceso inflamatorio. Éste empieza cuando se produce una lesión, imaginemos que nos golpeamos en la mano. Como consecuencia del golpe se producen algunos daños en las membranas de las células de esa zona y esto actúa como señal para la liberación de ácido araquidónico al interior de la célula. Es esta molécula sobre la que las enzimas COX añaden la molécula de oxígeno, que es el primer paso para la síntesis de prostaglandinas.

Las prostaglandinas son un tipo de moléculas que actúan como mediadores celulares en distintos tipos de funciones. Aquellas sintetizadas gracias a COX1 tienen una serie de efectos fisiológicos normales como aumentar la secreción de mucosa gástrica para evitar úlceras, regular la temperatura corporal y favorecer la secreción en el riñón. El problema viene cuando es COX2 la que participa en la síntesis, ya que en este caso se producen prostaglandinas con efectos inflamatorios como pueden ser la vasodilatación, alteraciones en la permeabilidad de los capilares o potenciación de otras moléculas inflamatorias como la histamina. Estos procesos son, entre muchos otros paralelos, el principio de una serie de cascadas que desencadena en la sensación del dolor.

Es en este momento cuando decidimos tomarnos un ibuprofeno. El fármaco pasará a la sangre gracias a la absorción en el intestino y una vez en la circulación entrará en las células buscando a COX2. Cuando la encuentre se unirá a ella e impedirá su acción sobre el ácido araquidónico, de forma que detendremos la síntesis de prostaglandinas y el dolor se aliviará.

Fuentes: 

  • Farmacos antiinflamatorios no esteroideos (Web Monografías).
  • Vane JR, Bakhle YS, Botting RM (1998) Cyclooxigenases 1 and 2. Annu RevPharmacol Toxicol 38: 97-120. 
  • Simon LS (1999) Role and regulation of cyclooxygenase-2 during inflammation. Am J Med 106: 37S-42S .

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